Los tres Reginato subieron las escaleras con alfombras rojas de Casa de Gobierno con paso lento. Quizás en el caso de Miguel (h) y Andrés para contemplar los detalles del edificio que visitaban por primera vez en toda su vida. ¡Sí! Aparentemente, los competidores del Dakar faltaron a la escuela el día de la visita al palacio gubernamental.

El lamento -si es que alguna vez existió- por la situación no forma parte del sentir de los hermanos, ya que fueron invitados por el gobernador interino Regino Amado para conocer la casa de los tucumanos. Por el lado de su papá, la historia fue distinta: ya entendía bien todo esto de presentaciones y agasajos. Él salió del despacho con una plaqueta y una réplica de un menhir.

"El gobernador nos agradeció por haber representado a la provincia e intentar por todos los medios llegar más lejos", comentó el líder de los Reginato. El intento al que se refirió el primer mandatario tuvo tintes épicos para el Reginato Rally Team, que hacía su primera experiencia. "Para nosotros llegar a un descanso y saber que sólo teníamos una hora para hacerlo, nos hacía flaquear. Pero me acordaba del tachero que siempre saludaba, del colectivero que tocaba bocina; esa gente es la que nos dio mucha fuerza para seguir", explicó Reginato.

Aunque la experiencia no tuvo un objetivo cumplido, pese a que la camioneta se rompió en varias oportunidades y que se quedaron toda una noche en medio del desierto con el reloj presionando por una posible descalificación, la respuesta fue contundente. "Que nadie lo dude: vamos a estar en el próximo Dakar", afirmó Reginato. Hizo añicos aquella proyección de que el rally más duro del planeta era una linda manera de cerrar su carrera.